¿Qué es el Urólogo Geriatra y que Trata?
El Urólogo Geriatra es el subespecialista que se encarga de la investigación, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que pudieran surgir dentro del aparato urinario de los adultos mayores.
Hoy en día esta subespecialidad es muy necesaria debido a que los procesos del envejecimiento tienen una relación estrecha con la función anatómica del aparato urinario y la calidad de vida. Además, no distingue género.
Es por ello que empezaremos diciendo que el aparato urinario está conformado por:
-Vejiga
-Vías urinarias
-Riñones
-Retroperitoneo
-Glándulas suprarrenales
-Genitales masculinos, especialmente la próstata (solo los hombres tienen)
Es así que lo ideal, en las mujeres sería que visiten a este especialista cuando ya hayan tenido la menopausia, y en el caso de los hombres, cuando ya hayan cumplido los 40 años. En ambos casos se recomienda que las visitas al urólogo sean al menos 1 vez al año y hacer un estudio general de la salud del aparato urinario para así repetir aquel estudio que pudiera arrojar algún signo de preocupación al especialista.
¿Cómo es una consulta con el Urólogo Geriatra?
Las consultas médicas siguen un patrón en común, el cual consiste en primero un interrogatorio extenso acerca del paciente; en la que el deberá tratar de mencionar todos los síntomas, molestias, cosas raras que note, así como los medicamentos que consume pues pueden ser fundamentales para un buen diagnóstico.
Lo siguiente será la exploración física, el especialista a pesar de ser alguien enfocado al aparato urinario del adulto mayor, tiene que hacer una exploración completa de pies a cabeza. En este caso al paciente se le examinará el área genital por lo cual se recomienda acudir totalmente aseado.
Las principales enfermedades que ve el Urólogo Geriatra son:
Cáncer de próstata
Los síntomas pueden ser varios, aunque se centran principalmente en problemas de obstrucción en las vías urinarias. Otros síntomas pueden ser fiebre nocturna y reducción importante de peso sin causa aparente y de forma más grave, lumbalgias de gran intensidad que deberán ser examinadas a fondo.
Hiperplasia prostática benigna (HBP)
Esta es una de las enfermedades más frecuentes en los hombres mayores y sucede debido a que en la vejez la próstata empieza a crecer de tamaño, lo cual podría provocar problemas como retención urinaria y problemas para orinar. Los síntomas generalmente son: goteo terminal, disminución del calibre y fuerza del chorro miccional, dificultad para orinar y repetidas ocasiones para levantarse en la noche para orinar.
Como su nombre lo dice, es una afección benigna que puede ser tratada y solucionada.
Cáncer de vejiga
Este cáncer se basa básicamente en una multiplicación anormal de células enfermas en el tejido de la vejiga. Los síntomas podrían ser sangre en la orina, dolor en el vientre y expulsión de coágulos de sangre por la orina.
Cáncer de riñones
Existen distintos tipos de cáncer en los riñones con síntomas similares que son: pérdida de peso, sudoración nocturna, dolor importante en la zona de las fosas renales y en estados avanzados pérdida de las funciones principales del riñón, como lo son: concentrar orina, mantener la presión, producir eritropoyetina.
Aun así, este tipo de afección a los riñones no es algo que suceda comúnmente.
Incontinencia urinaria
Las pérdidas involuntarias de orina son en su mayor parte un problema que podría ocasionar inseguridad, física y psicosocial a los pacientes ya que consiste básicamente en no poder contener las ganas de orinar y generar fugas de esta y a pesar que entre los cambios normales de la vejez se encuentra un debilitamiento de los esfínteres, la incontinencia no es algo normal.
Disfunción eréctil
Uno de los procesos biológicos propios de la edad del hombre es la pérdida de testosterona una vez alcanzada la vejez, la cual va de la mano con el libido y la posibilidad de mantener erecciones.
Es así que la finalidad de ir al Urólogo geriatra es para saber si lo que está pasando, es parte del envejecimiento normal de uno mismo, si es algo patológico o si tiene alguna relación con algún signo de enfermedad o deterioro más específico.
Le recomendamos que cuando usted o algún familiar cumpla 50 años acuda con un Urólogo y a los 60 directamente con el Urólogo Geriatra para una revisión de próstata más detallada.