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Agrandamiento de la Próstata
También conocida como hiperplasia prostática benigna (HPB) esta condición como su nombre lo dice, consiste en el agrandamiento de la próstata y es muy común entre los hombres de más de 45 años de edad. El nivel de agrandamiento de la próstata varía de hombre a hombre a medida que envejecen, y podría constreñir la uretra y causar dificultad para orinar. Si no se trata, el agrandamiento de próstata podría derivar en infecciones del tracto urinario, daño en la vejiga, en los riñones, o en incontinencia.
Este padecimiento, no es un cáncer y tampoco aumenta el riesgo de cáncer de próstata.
Para poder confirmar el diagnóstico se suelen utilizar pruebas tales como un estudio del flujo urinario, un examen rectal digital, una prueba de sangre para el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), una citoscopia, un ultrasonido o una RMN de la próstata.
El tratamiento del agrandamiento de próstata dependerá de la gravedad de los síntomas, ya que, en algunos casos, en particular cuando los síntomas son leves, la HPB no requiere tratamiento.
Pero en el extremo opuesto, algunos hombres requieren intervención inmediata si no pueden orinar o si existe daño en el riñón/vejiga.
Cuando es necesario el tratamiento, muchos hombres simplemente necesitan medicamento diario, pero si esto no funciona para tratar los síntomas por completo, o si hay signos de daños causados por la HPB, el doctor podría recomendar la cirugía endoscópica mínimamente invasiva (sin “cortes” en el abdomen). O, en algunos casos, se podría recomendar la cirugía tradicional.
Hoy en día aun no se tiene la causa específica de la HPB, por lo que hay teorías que se centran en las hormonas y sustancias relacionadas como la dihidrotestosterona (DHT), un derivado de la testosterona en la próstata que puede estimular el crecimiento de las células y también a ciertos factores que podrían generar este riesgo de padecerla como:
Envejecimiento.
Es poco frecuente que el agrandamiento de la glándula prostática cause signos y síntomas en hombres menores de 40 años. Aproximadamente un tercio de los hombres experimentan síntomas de moderados a intensos a los 60 años, y aproximadamente la mitad lo hacen a los 80 años.
Los antecedentes familiares.
Tener un pariente consanguíneo, como un padre o un hermano, con problemas de próstata significa que es más probable que tengas problemas.
La diabetes y enfermedades cardíacas.
Los estudios demuestran que la diabetes, así como las enfermedades cardíacas y el uso de betabloqueantes, podrían aumentar el riesgo de hiperplasia prostática benigna.
La obesidad
La obesidad aumenta el riesgo de hiperplasia prostática benigna, mientras que el ejercicio puede reducirlo.
Síntomas y Diagnóstico
En las personas con agrandamiento de próstata, la gravedad de los síntomas puede ser muy variante, pero tienden a empeorar gradualmente con el tiempo. Algunos signos y síntomas frecuentes de la hiperplasia prostática benigna son los siguientes:
- Necesidad de orinar frecuentemente o con urgencia
- Aumento de la frecuencia de la orina por la noche (nicturia)
- Dificultad para comenzar a orinar
- Flujo de orina débil o que se detiene y vuelve a comenzar
- Goteo después de orinar
- Imposibilidad de vaciar la vejiga por completo
- En algunas ocasiones infección en las vías urinarias
- Sangre en la orina
